García-Karolys2

Texto de ensayo

 

Arborescencia 

Escultura arborescente

Los recuerdos de la madera se significan en cada cuña que el autor ajusta y aprieta para llenar el vacío de un árbol: el de su ausencia.

Gabriel García Karolys se significa con una ele en el oficio de artista y así se diferencia del talador de árboles designándose como tallador de obras escultóricas.

La obra de Gabriel parte en el acto de la búsqueda y de la recolección de troncos talados en la ciudad y abandonados como materia orgánica para leña o simplemente para un basural. Y él los reconoce como viva materia del recuerdo para así descontextualizarlos de su destino como objetos de desecho. Troncos talados por unos, troncos tallados por García Karolys.

Y Gabriel los retaza en mínimas unidades de recuerdo, en cuñas cual si fueran ideas, pensamientos, remembranzas, para entonces reconstituir un organismo arborescente cuya corteza es la del arte y su cuerpo, su madera, la del organismo vegetal que aún subyace en la memoria de la tierra.

Pintura arborescente

Otro-arte o art autre, como lo designara Michel Tapie, es el complemento estético que García Karolys propone en esta exposición y que se emparenta incluso con los extremos de un arte marginal o brut. Una pintura arborescente encendida y motivada por el dolor derivado de la pandemia, y que se define informal en la materia.

El tratamiento visceral en la figura se determina en la técnica del expresionismo abstracto que motivó al artista en cada ejecución con el único fin de plasmar un eco del desagarro propio de un mundo afectado e impotente.

Las pinturas de esta colección son un testimonio descriptivo de ciertos modelos de la realidad. Una realidad que, como un árbol muerto, se desuella de pie y se imprime en el formato objeto de la pintura de García Karolys.

Humberto Montero, octubre 2021.